Chile
habanero contra el cáncer: el milagro de la capsaicina
Al combinarla con
cafeína podemos potenciar los efectos anticancerígenos de la capsaicina. Si no
soportamos el picante, podemos ingerirlo en forma de cápsulas.
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Desde hace muchos años hay una búsqueda incesante de sustancias en los laboratorios
de pruebas para vencer el cáncer. Sin embargo, hasta ahora, ninguna había
demostrado firmemente dicha capacidad desde el punto de vista científico-médico
(otra cosa es la evidencia empírica que existe en muchos pueblos de la
efectividad de determinados tratamientos naturales).
Pero eso ha sido hasta ahora, pues desde hace poco tiempo, se ha venido
constatando la presencia de algunas sustancias o plantas, como los Ajís o la Graviola, que están
demostrando su eficacia para frenar e inclusive curar este mal pandémico. En
diversos estudios, una sustancia de los Ajís demostró su poder anticancerígeno
en cultivos de células de cánceres de pulmón y páncreas humano. Asimismo,
han demostrado que una dosis de esta induce la muerte de las células cancerosas
y no tienen dicho efecto en las células normales.

La sustancia que hoy estudiaremos se encuentra en los populares
pimientos picantes, chiles o ajís, como se los conoce. Nos referimos a
aquella variedad de los pimientos que contienen una especial potencia pungente
(es decir, pican), y su potencial anticancerígeno se debe a la
capsaicina, una sustancia que produce “el suicidio” de las células cancerígenas.
Su acción puede no solamente frenar, sino también erradicar, esta enfermedad.
¿Qué es y cómo
produce la capsaicina su efecto?
A lo largo de este artículo vamos a desarrollar más ampliamente la
explicación de la forma en que podremos usar estos alimentos que contienen
capsaicina, y cómo debemos incorporarlos en nuestra dieta en cantidad
suficiente para prevenir o incluso curar el cáncer.
Acción de la
capsaicina contra el cáncer
La capsaicina pertenece a una familia de moléculas llamadas
vaniloides. Estas moléculas producen la muerte de las células cancerígenas.
Esto lo hacen pegándose, literalmente, a las proteínas de unos orgánelos muy
necesarios de las células las mitocondrias, las cuales
existen tanto en las células cancerosas
como en las sanas, Pero lo más impresionante es que solamente matan las células
cancerosas, sin dañar las células sanas que rodean al tumor.,
Lo que diferencia a las mitocondrias de las células cancerosas de
las sanas es que, tienen una
bioquímica completamente diferente. Esa es una de las razones fundamentales
de esta selectividad de acción de la capsaicina, esta vulnerabilidad es la que
facilita la eliminación de las, células cancerígenas.
En consecuencia, el consumo de esta sustancia presente
en altas dosis en los pimientos , jalapeños, el ají y otros tipos de “chiles”
muy picantes, es altamente recomendable para iniciar un refuerzo de
nuestro sistema inmunológico, en la prevención del cáncer, en general. Como
estas sustancias (los vaniloides) entre los que se encuentra la capsaicina, se
encuentran en muchos alimentos, las previsiones farmacéuticas piensan que se
podrá obtener algún fármaco de forma rápida y a bajo costo. Pero mientras
tanto, el Cancer Research UK recomienda reducir el riesgo de cáncer mediante
una dieta saludable y balanceada, con abundancia de
frutas y vegetales.
Actualmente, existen fórmulas que usan la capsaicina para los
tratamientos tópicos de la tensión muscular y la psoriasis, lo que abre la
posibilidad de usarla también, para el tratamiento del cáncer de piel.
Como usar el chile
para prevenir el cancer
La capsaicina, el principio picante del chile, conduce a las células del
tumor de próstata a su autodestrucción. Según un reciente estudio realizado en
la Universidad de California, (Centro médico Cedars-Sinaí), se ha demostrado
que este componente presente en altas concentraciones en el ají, o chile, Que
al ser tratados con este principio activo produce la activación de
muerte celular programada, o suicidio celular también
llamado apoptosis,
en un 80% de la población de
células tumorales del cáncer de próstata, reduciéndose el tamaño de
dichos tumores.
Para lograr el efecto anticancerígeno deseado, según estos
estudios, una persona de unos 90 kg de peso debe ingerir unos 400 miligramos
de capsaicina 3 veces por semana. Ello supone la ingesta de entre tres y
ocho chiles habaneros frescos.
Pero ¡atención! Ya que estos pimientos son los que tienen un mayor
contenido en capsaicina, estimándose el grado de picante, según la escala
Scoville, en más de 300.000 unidades, es decir, son superpicantes y puede que
su paladar no lo soporte., Para que nos hagamos una idea, otras variedades como
los jalapeños, pueden contener sólo entre 2.500 y 8.000 unidades Scoville.
Expliquemos con un poco más de detalle cual es el mecanismo por el cual
el chile o ají actúa inhibiendo o matando el cáncer:
La apoptosis o muerte celular es un fenómeno normal que se produce en
los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, gracias al cual existe un
equilibrio entre las células nuevas y aquellas que son más viejas o están ya
deterioradas. Sin embargo, las células cancerígenas se hacen
inmortales ya que evaden genéticamente los mecanismos moleculares de apoptosis.
Los científicos observaron que la capsaicina inhibió la actividad de un mecanismo
molecular que está alterado en las células cancerosas (el NF-kappa Beta) y que,
en condiciones normales, participa en la apoptosis o muerte celular, en muchos
tipos de células. La regulación defectuosa del NF-kB por parte de las
células cancerígenas es una de las razones que promueven su eterna
supervivencia.
El componente picante de los chiles redujo además la formación
de una proteína que a menudo es producida en altas cantidades por los
tumores de próstata y que puede señalar la presencia del tumor en hombres. Esta
proteína se conoce como antígeno prostático específico (PSA).
Dieta o menú para
luchar contra el cáncer
Viendo las maravillosas propiedades de los alimentos picantes que
contienen capsaicina, si queremos ayudar en la lucha contra el cáncer o
prevenirlo, tenemos que incorporar en nuestra alimentación la mayor
cantidad de hortalizas que la contengan. Esto es, los pimientos y
el jengibre. Hay que tener en
cuenta que cuanto más pique un pimiento, chile o ají, más concentración de
capsaicina tiene. No olvidemos que lo ideal es que dichos alimentos los
consumamos crudos, pues de esa manera se conservan todas sus propiedades.
·
Chiles o guindillas: son la fuente más
potente y conocida de capsaicina, y algunos tienen las puntuaciones más altas
en la escala picante de Scoville, como los Jalapeños o los Habaneros.
·
Tabasco: esta salsa comercial está hecha con
los pimientos picantes de la variedad Tabasco, del estado mexicano del mismo
nombre, añadiendo vinagre y sal. Unas gotas en tu comida, una fiesta en tu
lengua.
·
Comino: aunque es mucho menos picante que
los anteriores, contiene capsaicina y puede dar un gran sabor a tus legumbres,
además de ser el ingrediente principal del mojo canario.
·
Curry: uno de los ingredientes principales
es la cúrcuma, que le da el color amarillo y que contiene pequeñas cantidades
de capsaicina.
La capsaicina se refuerza con la cafeína de forma sinérgica, es decir, la
combinación de las dos ayuda aún más a prevenir y curar el cáncer y también a
quemar grasa. Si la idea de mojar jalapeños en el café para desayunar no te
atrae demasiado, puedes tomar capsaicina y cafeína en cápsulas y ahorrarte el
picor de lengua, pero no te librarás de los sudores.
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